·
"No ceséis en vuestra búsqueda día y noche"..."hasta que hayáis encontrado los misterios del Reino de la Luz,
los cuales os purificarán y os convertirán en luz purificada y os conducirán al Reino de la Luz." · Pistis Sophía ·

· Sobre estos Escritos...



Acercarse y adentrarse en algunos de los textos y escritos de los primeros siglos del cristianismo, del Cristianismo Primitivo, nos abre la puerta al descubrimiento de comprensiones de diversa índole y profundidad del mensaje original cristiano. 

Compartimos con el/la amable lector/a, algunas de las primeras transcripciones conocidas de las Palabras de "Jesús de Nazaret" en el papiro P52, "El Fragmento de San Juan", la belleza alegórica de Sus Enseñanzas expresadas en textos como "El Himno de la Perla", "El Himno del Alma", la sobriedad de otros como el "Evangelio de Tomás" y la sincera aspiración de quienes los redactaron en difundir, fielmente, el Sentido de lo Hecho y Expresado por "Jesús el Cristo", "Yeshúa Ha Messiah", "Jesús El Mesías", "El Mesías Salvador"...

Es nuestro mayor anhelo que estos "Textos y Escritos de los primeros siglos del Cristianismo" puedan serles, puedan seros, del mayor interés...

"Examinadlo todo; retened lo bueno."
                         1 Tes 5:21



H. T. Elpizein, febrero de 2013

Revisado por el autor: diciembre de 2019



· Epístola Universal de Santiago · La Sobria Sabiduría del Cristianismo Primigenio ·


· Papiro 20 · P.Oxy. IX 1171 · Recto ·

· Principios del s. III d. JC. ·
Capítulo 2, 19 al Capítulo 3,1 al 3
de la Epístola de Santiago.

"...el hombre 
es justificado 
por las obras,
y no solamente por la fe."
   
          Epístola de Santiago 2:24


La Epístola de Santiago es la primera de las Epístolas Universales o Católicas [1] del Nuevo Testamento acorde al orden en que aparecen las llamadas “columnas de la iglesia” (Santiago, Pedro y Juan) en la Epístola a los Gálatas del Apóstol Pablo (Gal 2:9). Le siguen la Primera y Segunda de Pedro, Primera, Segunda y Tercera de Juan y, por último, la Epístola de Judas

Sin embargo, no fue aceptado sino tardíamente en el Canon, de hecho no figura en el Canon Muratoriano, de finales del s. II d. JC. “Eusebio [de Cesarea] la clasifica entre los “Antilegomena” o escritos impugnados (Hist. Ecl.., III, XXV, II, XXIII)”.

En la Iglesia Latina, la Epístola de Santiago, no fue hasta el Concilio de Nicea (325 d. JC.) y sobre todo hasta finales del s. IV (concilio provincial de Hipona - a. 393 - y los III y IV de Cartago – a. 397 y 419) que esta obra fuera reconocida como canónica. En la Iglesia Oriental no fue reconocida como canónica del Nuevo Testamento hasta el Concilio Trulano (a. 692). La Iglesia Siríaca tardaría aún más en admitir las Epístolas Universales. [2]  

Santiago, el nombre en español con que es identificado este escrito, deriva de San Jacobo, del latín Sancti Iacob, transliteración del griego Iάκωβος, Iákōbos y éste a su vez del hebreo יעקב‎, Ya'akov.  

Existe un gran consenso en cuanto a considerarla, por su naturaleza y estilo, estrechamente relacionada con lo que ha sido denominado judeo- cristianismo, y aún más, “la muestra más significativa del pensamiento judeocristiano palestino”, [3] de importante intensidad en los albores del Cristianismo Primitivo y que, de forma gradual, terminaría por desaparecer “definitivamente” en el siglo V. 

La Epístola Universal de Santiago puede considerarse como una Carta dentro del género de instrucción de sabiduría (parénesis o paraenesis). “Un recurso permanente para una sabia orientación sobre cómo vivir la vida de acuerdo con la Torah y el discipulado de Jesús y con muchas similitudes con las obras conocidas como Proverbios,  Libro del Eclesiástico o  Libro de la Sabiduría de Jesús, hijo  de Sirac, deuterocanónico sapiencial del Antiguo Testamento y con el Sermón de la Montaña del Evangelio según Mateo." [4]

Escrita originalmente en griego, la lengua “más adecuada para la difusión de ideas” en ese tiempo, y posiblemente redactada en Palestina y dirigida a "las Doce Tribus de la Diáspora”, se ha señalado su “cercanía” con la “literatura rabínica” (tratado “Avot” de la Misná), “La Regla de la Comunidad” (1QS)” y el “Documento de Damasco (CDA)” de los “Manuscritos de Qumrán” del judaísmo esenio, y con la literatura judía intertestamentaria como el apócrifo bíblico pseudoepigráfico “El Testamento de los Doce Patriarcas”. [5] [6] En cuanto a la “literatura cristiana no canónica” se ha señalado sus similitudes con “La Didajé” o “Doctrina de los Doce Apóstoles”, la “Epístola de Bernabé”, y muy especialmente con la “Primera Carta de Clemente”, y en gran medida, con el “Pastor de Hermas”.[7] También es manifiesta su estrecha relación con la Septuaginta, traducción del Antiguo Testamento del s. III a. JC. [7a] 

Ante las dudas de posibles interpolaciones añadidas de “Jesucristo” (St 1:1 y 2:1) se ha señalado la inexistencia de base de la perspectiva de crítica textual para tal aseveración. 

La autoría, y la datación, de este escrito es, como ha sido dicho, “uno de los más intrincados y debatidos territorios en el estudio de los orígenes del Cristianismo”. 

Son varias las personas identificadas como Jacobo o Santiago en el Nuevo Testamento. Y así encontramos:

Santiago, “el hijo de Zebedeo”, Apóstol, hermano de Juan Apóstol, llamado también por la tradición Santiago el Mayor. Si falleció sobre el año 44, degollado por orden de Herodes Agripa I (Hch. 12, 1 y 2) es poco probable que fuera el autor de la Epístola.

Santiago "el hijo de Alfeo”, otro de los Doce Apóstoles. Este, según algunos estudiosos, sería el mismo Santiago identificado como Santiago el Menor (ho mikros), hermano de José o Joses (Mr 15:40 y Mt 27:56) e hijo de María, hermana, o tal vez cuñada, de María la Madre terrenal de Jesús, llamada también María Cleofás o Clopas, por ser esposa de éste.  Ambos “Santiagos” pues, serían según algunas interpretaciones, la misma persona y consideran que se correspondería con la persona de Santiago el Justo, el Hermano del Señor, Obispo de Jerusalén. [8]

Con todo, “...los estudiosos están de acuerdo en que Jacobo, el Hermano del Señor es el más probable autor de la carta”. Desde esta aseveración, como señala Timothy Johnson, “erudito e historiador estadounidense del Nuevo Testamento”, su redacción habría tenido lugar en algún momento de la Palestina judeocristiana entre el año 35 al 62 d. JC. [8a] De hecho, hasta podría ser “el más temprano producto literario de la iglesia cristiana”, el “escrito cristiano más antiguo”,[9][10] un cristianismo que, al igual que Jesús, en su esencia era “judío” y por ello no pretendía sino que se cumplieran, verdaderamente, “la ley o los profetas”.[11]

"Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos."

                                                                                                                         Jn 4:22

En los Evangelios Sinópticos, son escasas las menciones a Santiago o Jacobo, “el hermano del Señor”. Aparece en el Evangelio según Marcos:

"¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él."

                                                                                                                         Mr 6:3


 Y en el Evangelio según Mateo:

"¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?"

                                                                                                                    Mt 13:53


La otra mayor fuente de información” del Nuevo Testamento sobre Santiago el Hermano del Señor son los “Hechos de los Apóstoles”. En ellos se muestra claramente que Santiago el Hermano del Señor no es un oponente del Apóstol Pablo, por el contrario, media entre él y sus oponentes en el debate de obligar a los gentiles a que deban circuncidarse y seguir estrictamente la Ley de Moisés, para formar parte del incipiente movimiento cristiano. 

En los Hechos de los Apóstoles el Apóstol Pedro indica que “Jacobo” sea informado de que el Señor "le había sacado de la cárcel” (la prisión de Herodes). [12]. Es claro que, en este tiempo, este Jacobo no podía ser el hermano de Juan pues había sido ejecutado antes por Herodes Agripa (Hch 12:2). También se muestra a “Jacobo”, “el hermano del Señor”, hablando con autoridad en el Concilio Apostólico de Jerusalén (año 48/49 d. JC.) contra la circuncisión de los Gentiles [13] y visitado por el Apóstol Pablo a su regreso de su Tercer Viaje Misionero, c. 58 d. JC. [14]. Se nos muestra y confirma con todas estas reseñas, la singular relevancia de Santiago en estos primeros años en la incipiente Comunidad Cristiana.

El Apóstol de Pablo refiere en su Primera Epístola a los Corintios (c. 54 d. JC) como fue a Santiago uno de los escogidos a quien aparece el Señor Resucitado [15] y lo reconoce, en su Epístola a los Gálatas, como uno de los tres pilares de la Iglesia en Jerusalén:

“Y como vieron la gracia que me era dada, Jacobo y Cefas y Juan, que parecían ser las columnas, nos dieron las diestras de compañía á mí y á Bernabé, para que nosotros fuésemos á los Gentiles, y ellos á la circuncisión." 
                                                                                                    
                                                                                                             Gálatas 2:9

De hecho, la Tradición lo considera como el primer líder de la Iglesia de la Ciudad Santa, en el año 44 d. JC. [16]

Se entiende por las palabras del Apóstol Pablo que, Santiago, el hermano del Señor, era también Apóstol:

“pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor.”

                                                                                                             Gálatas 1:19  

Orígenes (c. 184 – 253) es el primer escritor cristiano, en el s. III, que hace referencia a este escrito como "una carta atribuida a Santiago", sin especificar quién es este "Santiago". [17]

«En su obra Historia Eclesiástica, Eusebio de Cesarea (260/265 -339/340) registra que Santiago llegó a ser Obispo, el primero, de Jerusalén (Hist. eccle 2.1. 1-4). También reseña que Clemente [de Alejandría] menciona a Santiago entre los fundadores de la Gnosis Cristiana (Hist. eccl. 2.1.3-4) en su Hypotyposeis, un comentario "sobre todas las escrituras canónicas"». [18]

Clemente de Alejandría confirma pues, la relevancia de Santiago el Justo:
"Jesús, después de la Resurrección, confió la Gnosis primeramente a Santiago el Justo, a Pedro y a Juan; éstos a su vez la retransmitieron al resto de los Doce (Apóstoles), y los Doce a los Setenta, uno de los cuales era Bernabé." ("Hypotyposeis", Libro VII, citado por "Eusebio de Cesarea", "Historia Eclesiástica", "Libro 2".) [19] 

En el Dicho o logion 12 del Evangelio según Tomás de los Manuscritos de Nag Hammadi, se resalta la figura de Santiago [Jacob] el Justo:

“Los discípulos dijeron a Jesús: «Sabemos que tú te irás de nuestro lado {nos dejarás}. ¿Quién es el que será grande sobre nosotros?» Díjoles Jesús: «Dondequiera hayáis venido, iréis a Jacob {Santiago} el Justo, por quien llegaron a ser {fueron hechos} el cielo y la tierra».” [20] 

Santiago deviene pues en el “receptor de revelaciones especiales del Señor resucitado”. [21]

Se ha señalado puntos comunes con algunos textos del Cristianismo Primitivo como “El Pastor de Hermas[22] y es clara su alusión a Levítico 19:12-18. Con todo, hay indicios sólidos de que la Epístola de Santiago, fuera escrita “antes de la composición de los Evangelios Sinópticos”,  [23] o al menos antes de que las Enseñanzas de Jesús fueran expuestas en su forma más conocida, muy especialmente con “El Sermón de la Montaña” del Evangelio según Mateo y todo este Evangelio en general y junto a él, con la conocida como fuente primigenia de todos los evangelios de Mateo y Lucas -y posiblemente Tomás-, la “Fuente Q”. [24] [25]

Adscritos a Santiago son diversos textos de los llamados “Evangelios Apócrifos” o mejor dicho “Literatura Apócrifa del Nuevo Testamento” y de la Biblioteca Copta de Nag Hammadi. Y así, entre los primeros, el “Protoevangelio de Santiago”, datado posiblemente en la mitad del s. II d. JC, en el que se defiende con celo la Pureza de la Virgen María, la madre terrenal de Jesús.

En otro de los “textos apócrifos”, citado por San Jerónimo (c. 340- 420), el “Evangelio de los Hebreos” (s. II d. JC.), el Señor Jesús resucitado aparece a Su “Hermano” Santiago, ofreciéndole el pan que previamente ha bendecido y partido. [26]

Entre los textos de la Biblioteca Copta de Nag Hammadi, se encuentran:
a) El Apócrifo o Libro Secreto de Santiago (NHC I, 2)
b) (Primer) Apocalipsis de Santiago (NHC V, 3)
c) (Segundo) Apocalipsis de Santiago (NHC V, 4)

Estos tres tratados de los Manuscritos de Nag Hammadi junto con, el también texto de la Biblioteca, el Evangelio según Tomás, “mencionan a Santiago el Justo como el Sucesor de Jesús y el primer líder de la iglesia de Jerusalén”. [27] 

Finalmente, la figura de Jacobo o Santiago el Justo puede encontrarse en el cuerpo de literatura del Cristianismo Primitivo asociada con uno de los llamados Padres Apostólicos, Clemente de Roma, Clemente I, el tercer sucesor de San Pedro en Roma tras Lino y Cleto (c. 93 -101).  Junto a su Epístola a los Corintios (c. 96 d. JC), se halla un conjunto de textos pseudoepigráficos, conocidos como Literatura Clementina que incluye la Segunda Epístola, una homilía, y las dos Cartas a las Vírgenes. La designación de Pseudo-Clementinas, queda reservada habitualmente a una colección menor de textos que incluyen dos largos tratados, las Recognitiones (en 10 libros) y las Homilías (en 20 discursos). También se incluyen como parte de esta sección una Epístola de Pedro a Santiago, una Contestatio y una Epístola de Clemente a Santiago. Toda esta literatura extracanónica confirma que las generaciones posteriores consideraban a Santiago el Hermano del Señor como un líder de la Iglesia en Jerusalén, destacable por su piedad y rectitud y generalmente en compañía de otros, especialmente el Apóstol Pedro. [28]

Recientemente se ha señalado, aunque con reticencias de la comunidad de eruditos, la relación de la figura de Santiago el Justo con los Rollos esenios del Mar Muerto. [29] 

En la Epístola de Santiago se destacan la “Ley Real o del Reino” (nomos basilikos) conforme a la Escritura (kata ten grapen) “identificada con el precepto del amor” “Amarás a tu prójimo como a ti mismo (agapeseis ton plesión sou hos seauton) -, la “Ley del Amor”, por la que los cristianos se guían para vivir y la “Ley de la Libertad” (nomos eleutherias) por la que los cristianos serán juzgados y que se concreta en el Decálogo, los preceptos de Lev 19:12-18 y los ejemplos de fe (pistis) y paciencia (makrothymia) del Patriarca Abraham, “paradigma de la amistad con Dios”, de Rahab de Jericó, Job y el Profeta Elías, exhortando con todo ello a permanecer fieles al Pacto de Dios con el Pueblo de Israel. En estas características coincide plenamente con el Apóstol Pablo que considera a la Ley (ho nomos) como “espiritual (pneumatikos, Rom 7:14) y “santa y justa y buena” (Rom 7:12). Del mismo modo ambos, Pablo y Santiago, señalan que no es solo conocer sino cumplir la Ley de Dios, es imperativo. Así, el Apóstol Pablo declara “ou gar hoi akroatai nomou dikaioi para to theo allá hoi poietai nomou dikaiothesontai”, es decir “porque no los oidores de la ley son justos para con Dios, mas los hacedores de la ley serán justificados” Rom 2:13 RVA 1909 [30] 

Santiago fue lapidado por indicación de Ananías ben Ananías, Sumo Sacerdote del Templo en el año 62 d. JC., según señala el historiador Flavio Josefo (c. 37- c. 100) en sus Antigüedades Judías

Aunque el tiempo y el interés en obviar la matriz judía del primer cristianismo ha diluido su importancia, Santiago “el hermano del Señor” ha sido considerado la figura más prominente del incipiente cristianismo en el periodo comprendido entre la Resurrección de Jesús y su propia muerte. [31]

La Epístola Universal de Santiago el Justo, “el Hermano del Señor”, resulta singular no sólo por sus propias características controvertidas en cuanto a su autoría y redacción, cuándo y dónde fue redactada, sino, principalmente, por la sabiduría y la claridad diáfana de su mensaje

«"... ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? 
¿Podrá la fe salvarle?"
(La Epístola Universal de Santiago 2:14). 

"... la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí misma." 
(La Epístola Universal de Santiago 2:17). 

"... el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe."
(La Epístola Universal de Santiago 2:24).» [32]


La Epístola de Santiago coloca a su lector ante “un espejo en el que mirarse” y contemplar, sin subterfugios, la sinceridad y verdad de su vivir - transitorio como “vapor” o “neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece”- para con las Enseñanzas del “Señor Jesucristo”.  


H.T. Elpizein, junio de 2020



[1] «Del griego καθολικός, plural καθολικοί, catholicós, plural catholicoi que significa "universal, relativo a la totalidad".» Wikipedia Commons

[2] Pérez Millos, Samuel. COMENTARIO EXEGETICO AL TEXTO GRIEGO DEL NUEVO TESTAMENTO SANTIAGO, pág. 13, Editorial CLIE, 2011.

[3] Giménez de Aragón Sierra, Pedro. La Carta de Santiago y los orígenes del judeocristianismo, pág. 13, Ediciones El Almendro de Córdoba, S.L., 2016.

[4] Bruce Chilton, Jacob Neusner, The Brother of Jesus: James the Just and His Mission, pág. 110, Westminster John Knox Press, 2001.

[5] Luke Timothy Johnson, The Letter of James: A New Translation with Introduction and Commentary, pág. 43, Doubleday, 1995.

[6] Melero Gracia, Maria Luisa. Carta de Santiago, Relaciones literarias. Editorial Verbo Divino, 2015.

[7] Idem, pág. 68.

[7a] Ibidem, pág. 31.

[8] Pérez Millos, Samuel. COMENTARIO EXEGETICO AL TEXTO GRIEGO DEL NUEVO TESTAMENTO SANTIAGO, págs. 15 y 16, Editorial CLIE, 2011.

[8a] Luke Timothy Johnson, The Letter of James: A New Translation with Introduction and Commentary, págs. 92 y 121, Doubleday, 1995.

[9] Melero Gracia, Maria Luisa. Carta de Santiago, pág. 36. Editorial Verbo Divino, 2015.

[10] Giménez de Aragón Sierra, Pedro. IN MARI VIA TUA: Philological Studies in Honor of Antonio Piñero, La Carta de Santiago y los orígenes del judeocristianismo, pág. 601. Ediciones El Almendro de Córdoba, 2016.

[11] "No penséis que he venido para abrogar la ley ó los profetas: no he venido para abrogar, sino á cumplir." Mt 5,17 RVA 1909

[12] “Mas él haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto á Jacobo y á los hermanos. Y salió, y partió á otro lugar.” Hch 12, 17 RVA 1909

[13] “Y al día siguiente Pablo entró con nosotros á Jacobo, y todos los ancianos se juntaron”. Hch 21, 18 RVA 1909

[14] Hechos de los Apóstoles cap. 15, versículo 13 y siguientes.

[15] “Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;” (“epeita ophte Iakobo, eita tois apostolois pasin”) 1 Co 15:7 RVA 1909

[16] Eusebio de Cesarea, Historia eclesiástica II.1. 3

[17] Giménez de Aragón Sierra, Pedro. IN MARI VIA TUA: Philological Studies in Honor of Antonio Piñero, La Carta de Santiago y los orígenes del judeocristianismo, pág. 597. Ediciones El Almendro de Córdoba, 2016.

[18] Luke Timothy Johnson, Brother of Jesus, Friend of God: Studies in the Letter of James, pág. 39, Wm. B. Eerdmans Publishing, 2004.

[19] Luis Bernardo Palacio Acosta, Bodhisattwa del V.M. Thoth-Moisés, La Gnosis Eterna, 2006.

[20] · Evangelio según Tomás · Biblioteca Copta de Nag Hammadi (NHC II, 2) · H.T. Elpizein · Ediciones Epopteia, 2018 ·

[21] John Painter,  Just James: The Brother of Jesus in History and Tradition, Second Edition, pág. 5, T & T Clark, 2004.

[22] Luke Timothy Johnson, Brother of Jesus, Friend of God: Studies in the Letter of James, pág. 56.

[23] Ibidem, pág. 154.

[24] John Painter,  Just James: The Brother of Jesus in History and Tradition, Second Edition, pág. 260, T & T Clark, 2004. 

[25] Luke Timothy Johnson, The Letter of James: A New Translation with Introduction and Commentary, pág. 119, Doubleday, 1995.

[26] «Mas el Señor, después de haber dado la sábana al criado del sacerdote, se fue hacia Santiago y se le apareció. (Pues es de saber que éste había hecho voto de no comer pan desde aquella hora en que bebió el cáliz del Señor, hasta tanto que le fuera dado verle resucitado de entre los muertos). Y poco después: “Traed - dijo el Señor- la mesa y el pan”. Y a continuación se añade: “Tomó un poco de pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio a Santiago el Justo, diciéndole: Hermano mío, come tu pan, porque el Hijo del Hombre ha resucitado de entre los muertos”.»

[27] John Painter,  Just James: The Brother of Jesus in History and Tradition, Second Edition, pág. 177, T & T Clark, 2004.

[28] Luke Timothy Johnson, The Letter of James: A New Translation with Introduction and Commentary, pág. 103 y 104, Doubleday, 1995.

[29] Robert Eisenman, James the Brother of Jesus and the Dead Sea Scrolls: The Historical James, Paul the Enemy, and Jesus' Brothers as Apostles,  Viking, 1997 y  James the Brother of Jesus: The Key to Unlocking the Secrets of early Christianity and the Dead Sea Scrolls II, Grave Distractions Publications, 2012

[30] Luke Timothy Johnson, The Letter of James: A New Translation with Introduction and Commentary, pág. 61, Doubleday, 1995.

[31] Sean Freyne, RETRIEVING JAMES/YAKOV, THE BROTHER OF JESUS From Legend to History, pág. 8, Bard College, 2008.

[32] Luis Bernardo Palacio Acosta, Bodhisattwa del V.M. Thoth-Moisés, EL NOMBRE DEL PADRE DE JESÚS EL CRISTO, 2015.









· Pentecostés · "La Fiesta Sagrada del Espíritu Santo" ·


· "La Fiesta Sagrada
del
Espíritu Santo" ·


Crédito imagen: La Colombe du Saint-Espirit Livre dHeures e missel franciscain 1380
                                   (La Paloma del Espíritu Santo, Libro de Horas y Misal Franciscano, 1380)

· Navidad en el Cristianismo Primitivo · Nativity in Early Christianity ·




 * "Virgin Mary with the Child Jesus", "a prophet " and the "Star" ·
· Catacombs of Priscilla, Rome, 2nd century c.e. ·


**"La Virgen María, el Niño Jesús, el Profeta y la Estrella" ·
· Catacumbas de Priscila, Roma, s. II e.c. ·

"Las catacumbas de Priscila son un cementerio romano-paleocristiano que se encuentra en la Via Salaria dentro de la ciudad de Roma. Se trata de uno de los cementerios romanos más antiguos que se han descubierto y conserva algunos frescos de especial importancia para la historia del arte, por ejemplo, las primeras representaciones de la Virgen María o de la Anunciación." · Texto del artículo "Catacumbas de Priscila" de "Wikipedia Commons". Imagen 2 (**) de "Wikipedia Commons"
«...an image of the Virgin Mary with the Child Jesus on her knee; a prophet stands next to her, holding a scroll in his left hand, and pointing to a star with his right. This seems to refer to the prophecy of Balaam, “A star shall rise out of Jacob, and a scepter shall spring up from Israel” (Numbers 24, 15-17). The presence of the prophet indicates that the Child is the Messiah awaited for many ages.» · First image (*) and text from "The Niche with the oldest image in existence of the Virgin Mary", "CATACOMBE DE PRISCILLA"



· "... Alumbre vuestra Luz ..." · Mt 5:16




"...Alumbre vuestra Luz ..."
Mt 5:16

"Let your light so shine..."

Mtt 5:16